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Cómo la depresión y la ansiedad pueden provocar un aumento del apetito y qué puedes hacer al respecto

Cómo la depresión y la ansiedad pueden provocar un aumento del apetito y qué puedes hacer al respecto

El hambre es una señal normal que envía el cuerpo para indicar que necesita nutrientes. Normalmente, cuando tienes hambre, el cuerpo te da señales como un “gruñido” del estómago. La mayoría de las personas pueden pasar un par de horas entre comidas antes de empezar a sentir hambre, pero para algunas, el hambre es una sensación más constante. 

Existen varias razones por las que esto podría estar sucediendo, algunas más graves que otras. Una causa particularmente grave es tener una condición de salud mental subyacente, como depresión o ansiedad. En la depresión, específicamente, los cambios en el apetito y los hábitos alimenticios pueden ocurrir como un síntoma. Además, a veces las personas afrontan la depresión y/o la ansiedad comiendo en exceso, lo que les ayuda a evitar las emociones negativas. Cuando comen alimentos que disfrutan, obtienen sentimientos positivos, pero luego eso desaparece y vuelven a sentirse ansiosos o deprimidos. 

Esto es lo que necesitas saber sobre el aumento del apetito y cuándo es el momento de buscar ayuda para solucionarlo.

¿Cómo sé si tengo un apetito aumentado?

A veces puede resultar difícil saber si has tenido más hambre de lo habitual. Una buena forma de averiguarlo es llevar un registro de tu ingesta de alimentos en un diario. Puedes hacerlo anotando lo que comes y a qué hora cada día. Si llegas al final de la semana y notas un cambio sutil en tu dieta habitual, puede que sea el momento de considerar la posibilidad de que algo está pasando con tu cuerpo. 

Causas del aumento del apetito

A continuación, se enumeran algunas de las causas más comunes del aumento del apetito. Algunas de estas causas son afecciones médicas que deben ser tratadas por un médico, mientras que otras son opciones de estilo de vida que se pueden cambiar más fácilmente. Si sientes que tu apetito ha aumentado drásticamente, asegúrate de consultar a un profesional que pueda llegar a la raíz del problema. 

  • El estrés a veces puede hacer que aumente el apetito. Cuando aumenta el cortisol, también lo hace el deseo de comer. Por lo tanto, si te sientes estresado con frecuencia, puedes sentirte tentado a comer con frecuencia. Aunque a veces las personas que sienten mucho estrés se olvidan de comer por completo.
  • La depresión es causada por un desequilibrio en las sustancias químicas del cerebro. A veces, cuando estas sustancias fluctúan, pueden afectar aspectos como el nivel de energía, la digestión y el apetito: algunas personas tienen más apetito y otras lo pierden por completo. La depresión también afecta el estado de ánimo, el comportamiento y los patrones de sueño.
  • La evitación es una explicación para comer más de lo habitual, y ni siquiera tiene por qué implicar la sensación física de tener hambre. Comer en exceso puede ser una herramienta que las personas utilizan para evitar las emociones negativas. Se “alimentan” con el estado de ánimo positivo o los sentimientos fugaces de alegría que pueden obtener al comer dulces u otros alimentos que les brindan felicidad. 
  • Las mujeres que experimentan síntomas premenstruales a veces pueden sentir un aumento del apetito. Por lo general, la ingesta de calorías es ligeramente mayor en las mujeres que se encuentran en la fase lútea de sus ciclos. Se cree que la progesterona, que aumenta después de la ovulación, afecta el hambre.  
  • Las mujeres embarazadas también pueden sentir un aumento del apetito durante la gestación. Esto se debe a que el bebé está creciendo, a medida que crece, necesita más nutrición para sobrevivir. Esto suele ocurrir cuando la madre gana un poco de peso para satisfacer las necesidades del bebé. 
  • La bulimia es otra de las causas del aumento del apetito. Este tipo de trastorno alimentario implica atracones y purgas. Durante estos, el cuerpo se acostumbra a vivir con una dieta alta en carbohidratos y libera una gran cantidad de insulina para utilizar los alimentos. 
  • El hipertiroidismo es una enfermedad que afecta la capacidad de regular el metabolismo. Las personas que padecen esta enfermedad suelen quemar más energía mientras descansan, lo que significa que el cuerpo necesita más alimentos para sobrevivir y mantenerse. 
  • La diabetes es otra enfermedad muy común. Las personas con diabetes tienen dificultades para regular su nivel de azúcar en sangre, lo que provoca que sientan hambre en momentos anormales. Otros síntomas de la diabetes son el aumento de la sed, la fatiga y la micción frecuente. 
  • Dormir mal, dormir es muy importante para la salud del cuerpo. Es necesario para el correcto funcionamiento del cerebro y puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas. El sueño afecta al apetito porque regula la grelina, que es una hormona que estimula el apetito. Si no duermes bien, tendrás niveles más altos de grelina, lo que hará que sientas más hambre. 
  • La falta de hidratación podría ser otra razón por la que tu apetito ha aumentado. El agua sacia y ayuda a reducir el apetito si la bebes antes de una comida. A veces, la sed se confunde con el hambre, lo que lleva a comer en exceso. 
  • Comer mientras estás distraído puede provocar un aumento del apetito en general. Las personas que comen mientras hacen otras cosas no son conscientes de cuánto están comiendo. Esto hace que ingieran demasiada comida, lo que hace que el cuerpo piense que necesitan más comida a lo largo del día. 
  • Beber demasiado alcohol tiene efectos estimulantes del apetito. El alcohol puede inhibir las hormonas que reducen el apetito, como la leptina. Las personas que beben alcohol suelen consumir un 10% más de calorías que las personas que no lo hacen.

Cuándo buscar ayuda profesional

Los aumentos significativos del apetito deben consultarse con nuestro médico. A veces, los cambios en el apetito están acompañados de otros síntomas, lo que podría significar que tiene una afección subyacente, ya sea una afección física como un desequilibrio hormonal o una afección de salud mental como depresión o ansiedad.

Cuando hables con tu médico, le realizará un examen y le hará algunas preguntas sobre tu apetito. Es posible que te pregunte cosas como: 

  • ¿Cuál es tu rutina de ejercicios?
  • ¿Qué medicamentos toma actualmente?
  • ¿Estás actualmente a dieta?
  • ¿Te ha resultado difícil mantenerte motivado durante el día?
  • ¿Has estado preocupado mucho por algo en particular?
  • ¿Has tenido más días malos que buenos en las últimas semanas?

Dependiendo de cuáles sean sus otros síntomas, tu proveedor de salud podría querer realizar algunas pruebas, como análisis de laboratorio, para determinar si tienes algún desequilibrio. 

Tratamiento para el aumento del apetito

Dependiendo de la causa de tu aumento de apetito, existen varias soluciones que puedes seguir. Antes de tomar cualquier medicamento de venta libre, asegúrate de consultarlo primero con un médico. Él podrá sugerirte el mejor plan de tratamiento.  

Si ya tomas medicamentos, el cambio de apetito podría deberse a ellos. Algunos médicos podrían sugerir medicamentos alternativos o cambiar la dosis para lidiar con su aumento de apetito. 

Las personas que experimentan un aumento del apetito debido a la ansiedad , la depresión o el estrés deberían buscar la ayuda de un profesional de la salud mental que pueda ofrecer medicamentos para aliviar los síntomas. Además, si la salud mental es la causa de los cambios en el apetito, puede resultar beneficioso hablar con un terapeuta autorizado. 

Si sientes que tu apetito aumenta, no tienes que quedarte sentado preguntándote de dónde viene. Hay formas de ayudarte a entender la causa raíz de tu hambre, y comienza por buscar un poco de ayuda.

Martin Sanabria
Hola, soy Martín Sanabria, un ingeniero industrial apasionado por el liderazgo, el desarrollo humano y la economía. Tengo una maestría en gerencia y otra en desarrollo humano, así como un postgrado en economía. Me considero una persona creativa, curiosa y perseverante, que siempre busca superarse a sí misma y aportar valor a los demás. Tengo TDAH, lo que me ha enseñado a ver el mundo desde una perspectiva diferente y a aprovechar mis fortalezas. Me encanta leer y compartir mis ideas con otros, así como analizar y desarrollar proyectos a corto y largo plazo. Creo que las barreras solo están en la mente y que con visión, acción y compromiso se pueden lograr grandes cosas. En este blog, quiero compartir contigo mi visión sobre el liderazgo, el desarrollo personal y profesional, la economía y otros temas de interés. Espero que te guste y que te sirva de inspiración. ¡Bienvenido a visionlider.com!

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