Todos tenemos nuestros días malos en el trabajo. Cuando lo haces, puede ser muy fácil que nuestras emociones se salgan de control, ya sea que eso signifique llorar en tu escritorio por malas noticias o arremeter contra un colega con ira. Si te encuentras derrumbándote en el trabajo, existen estrategias de afrontamiento que pueden ayudar a moderar tus emociones, mitigar cualquier daño que tu arrebato pueda haber causado y ayudar a prevenir el siguiente.
“La regulación emocional es la estrategia principal hacia la que debes avanzar”, dijo Melody Wilding, coach ejecutiva que se especializa en trabajar con personas altamente sensibles. “La regulación emocional significa que tienes más control e influencia sobre cómo experimentas tus emociones”.
Procesa, no reprimas, tus emociones
Si te encuentras derritiéndote, lo más importante que debes hacer es encontrar una salida productiva para procesar tus emociones, no solo empujarlas hacia abajo o fingir que no están allí. Como dice Wilding, reprimir nuestras emociones es un poco como tratar de sostener una pelota de playa bajo el agua. Aunque puedes arreglártelas por un tiempo, en el momento en que te detengas, la pelota de playa saldrá volando del agua, a menudo golpeándote a ti (o a alguien a tu alrededor) en el proceso.
“Las emociones son de la misma manera”, dijo Wilding. “Para superar una crisis, tienes que procesar tus emociones”. Las estrategias útiles para procesar sus emociones pueden incluir alejarse del trabajo para salir a caminar, escuchar música o dedicar unos minutos a escribir un diario.
Crea algo de distancia
Si notas que tus emociones se salen de control, lo mejor es crear un poco de distancia y darte el tiempo y el espacio para procesar. Esa distancia puede ser literal: sal a caminar, reprograma las reuniones para una hora posterior o cierra la sesión de Zoom/Slack durante unas horas. “Tómate un descanso”, aconsejó Wilding.
Cuando se trata de la distancia emocional, Wilding sugiere practicar lo que ella llama distanciamiento psicológico, en el que intentas ver la situación desde una perspectiva externa. Una forma de hacerlo es nombrar a tu crítico interno y tratar de imaginar lo que dirías si fuera un amigo que estuviera pasando por esta situación. “Esa pequeña distancia puede ser útil para sacarte”, dijo Wilding.
Necesitas una estrategia para el control de daños
Si ya has tenido una crisis en el trabajo, hay formas de recuperarte de las consecuencias. Como muestran las investigaciones, si los trabajadores enmarcan su angustia como si tuviera que ver con su pasión y compromiso por el trabajo, son vistos más favorablemente.
Como sugiere Wilding, es bueno hacer un seguimiento después del hecho, diciendo algo como: “Me doy cuenta de que me emocioné un poco, eso es porque realmente me importa la calidad del trabajo que hacemos”.
Si puedes contextualizar el colapso como si tuviera que ver con tu pasión por el trabajo y tu deseo de que tú y tu equipo o empresa tengan éxito, puede ayudar a minimizar el daño.
Identifique sus desencadenantes
Para prevenir futuras crisis en el lugar de trabajo, es importante identificar las situaciones que son especialmente estresantes para usted y trabajar activamente para minimizarlas y manejarlas mejor cuando surjan. Esto podría ser un miedo a las presentaciones públicas, una incapacidad para manejar las críticas o un compañero de trabajo que tiene la habilidad de meterse debajo de tu piel. “Conocer los desencadenantes es crucial”, dijo Wilding.
Una vez que hayas identificado estos desencadenantes, es importante trabajar activamente en el manejo de tus reacciones a ellos. Esto incluye desarrollar técnicas de afrontamiento, ya sea dar un paseo corto antes de una situación estresante, reclutar a un amigo para hablar sobre ello o establecer límites más firmes con sus compañeros de trabajo.
Un marco que a Wilding le resulta útil tener en cuenta es “HALT”, que significa Hambriento, Enojado, Solitario, Cansado. Estos cuatro factores estresantes pueden hacer que sea mucho más difícil regular sus emociones, por lo que en los días difíciles, es bueno hacer autoevaluaciones periódicas. Si te sientes hambriento, enojado, solo o cansado, esa es una señal de que necesitas trabajar en tu bienestar físico y emocional antes de que puedas esperar manejar una situación estresante. Tómate un descanso, come algo, habla con un amigo. Vas a salir de esto.